"El cargo conlleva mucho desgaste pero me queda energía e ilusión"
Ha llegado. Más tarde de lo previsto, lo reconozco y pido disculpas por ello. Nuevo trabajo, cambios y un tiempo de adaptación necesario han sido los motivos. Pero eso poco importa porque aquí teneis, por fin, la primera parte de la entrevista a Félix Crespo. Si hiciéramos un símil con el monumento fallero, Crespo sería la base de la estructura, esa que no puede fallar. Una persona con carisma, que transmite templanza y serenidad a pesar de todo lo que lleva encima, que no es poco. La conversación fue extensa, por eso la hemos dividido en dos, pero realmente merece la pena pararse a leerla detenidamente.
En este primer capítulo de la entrevista podreis conocer cómo es un día a día en su trabajo, qué líneas ha intentado desarrollar en el cargo como presidente de Junta Central Fallera, cuales han sido sus mejores y peores momentos o su visión sobre el futuro de las Fallas.
P: Son fechas de presentación de proyectos. Sin duda, todos vienen marcados este año por la crisis. Teniendo en cuenta este aspecto ¿qué te ha parecido lo que has podido ver?
Siempre parto de la base que las maquetas son una percepción de la falla que finalmente se planta; puedes percibir qué composición le quiere dar el artista, cómo quiere jugar con los volúmenes, la coherencia de un tema novedoso o que haya sido un poco tratado. Luego queda realizar la pieza con un volumen real y verlo plantado en la calle y hasta entonces no te haces una idea. Pero en principio la imagen que me han dado es muy positiva. Sigo pensando que los artistas, con independencia del presupuesto, realizan un trabajo fabuloso y son capaces de seguir con la creatividad, la imaginación y los conceptos clásicos para hacer una falla llamativa plástica y visualmente. Está claro que el presupuesto limita al artista, sobre todo en el ajuste a las proporciones. Pero paralelamente se están trabajando unos conceptos importantísimos como el ingenio y la gracia, la sátira… Se está volviendo al concepto base de la falla, que sea una crítica visual desde el primer momento. Esa combinación de elementos es lo que va a hacer que haya una buena categoría este año, a pesar de la crisis.
P: En 2009 y 2010 percibimos los primeros atisbos de la crisis en las fallas. 2011 se prevé mucho más duro. ¿Cómo se afronta desde la concejalía de Fiestas y, más concretamente, de JCF?
Es difícil afrontarlo porque somos unos damnificados más. El mundo de las fallas, empezando por JCF como organismo del ayuntamiento, y las comisiones de falla se encuentran inmersos en la misma situación que el resto de la sociedad. Hay una aminoración del dinero que antes fluía en forma de sponsors, patrocinadores… El problema es que hay que aprender a subsistir y la fiesta ha demostrado muchas veces que está por encima de las circunstancias. Evidentemente, no vamos a tener los presupuestos que nos gustarían y las comisiones tienen que reajustarse. Ojalá este periodo pase y se retome la normalidad lo más pronto posible, por el bien de la fiesta y de la actividad económica y festiva que genera.
P: Tú que estás día a día con las comisiones. ¿Cómo ves que están reaccionando los falleros ante esta situación?
La gente no está desanimada, sino resignada. El fallero, por naturaleza, es realista y se plantea un presupuesto donde pueda hacer lo que más le apetezca: una buena falla, pólvora, ambiente en el casal…Pero cuando la situación es la que es, el fallero por sí mismo reajusta el mecanismo. El propio ayuntamiento, con motivo de la crisis, tiene que reducir los presupuestos de prácticamente todas las concejalías en torno al 10% más o menos, una cantidad considerable. Por ello ya anunciamos en junio que se iban a reducir las subvenciones, aunque intentamos que sea lo mínimo. Va a ser un año de transición, de reajuste pero que no dude nadie que se seguirá manteniendo el apoyo a la fiesta. Y por supuesto intentaremos más adelante en el tiempo volver al 25% de subvención a las comisiones, que creo que es lo que por justicia se merecen. Este año se ha reducido pero la gente, a regañadientes, lo ha entendido por la situación, no es un capricho.
P: El ejercicio 2003-2004 llega a esta concejalía y a la presidencia de JCF. ¿Cómo te planteas en ese momento el cargo?
Soy un hombre que vengo de la universidad. En política sólo llevaba un año, como subdelegado del Gobierno. Mi llegada al ayuntamiento fue muy positiva porque es una política muy cercana al ciudadano y es una gestión directa. Para mí fue muy ilusionante. Sin que sea un tópico, trabajar para mi ciudad, asumir la representación que te han dado los propios vecinos y conciudadanos que creen en tu proyecto político te anima. Cuando se repartieron las delegaciones y me dijeron que llevaba Fiestas, tengo que reconocer que me sorprendí, aunque no me asusté. Es una concejalía que engloba tanto que ni una persona dedicada exclusivamente a ella podría cubrirla por completo; imagínate llevando cuatro.
P: ¿Cómo es un día en tu vida?
Mi jornada de trabajo empieza el lunes y acaba el domingo. De lunes a viernes, por las mañanas, me dedico a las otras concejalías amén de lo que surja de fiestas. Por las tardes, normalmente, llego a JCF, me reuno con la directiva, con representantes de otras fiestas de la ciudad, acudo a actos a presidir cenas, nombramientos, misas, procesiones… Y así empalmas semana tras semana. Tiene una dedicación que, cuando estás metido dentro, te das cuenta de la gran responsabilidad y el gran sacrificio que conlleva a nivel personal. Es gratificante porque trabajar en Fiestas es trabajar en un campo amable. Ahora, a título personal, conlleva sacrificar tu tiempo libre. Este cargo es 24 horas al día 365 días al año. Desde el momento que llegas tienes que asumirlo.
P: ¿Qué líneas has intentado plasmar en tu mandato?
Innovación, respetando la estructura. Hemos creado la delegación de Promoción Exterior, para hacer llegar la fiesta al mayor número de gente posible; hemos informatizado toda la Junta Central Fallera, para agilizar el trabajo tanto a la gente que está aquí como a las comisiones. La fiesta tiene sus elementos tradicionales pero dentro de ella hay que empujar hacia variantes que puedan permitir una mejor visión de la fiesta pensada para el fallero, el no fallero y el turista.
P: Vivir todos los años los mismos actos, ¿puede resultar repetitivo?
(ríe) Es una pregunta complicada. Es cierto que año tras año se repite pero no está exento que tenga variantes porque las personas nunca son las mismas. Ocurre como en una comisión: se repite el mismo esquema pero varían los elementos. Sí es cierto que para mí el calendario anual está hipotecado en tres cuartas partes antes de que comience. Pero no es una carga. Cuando hablamos de sentimientos humanos (por ejemplo, en el nombramiento a la fallera mayor) merece la pena porque cada año se renuevan.
P: Lo mejor y lo peor del cargo como presidente de JCF
Lo mejor: el contacto con la gente. Es lo que te da sabiduría, te sirve para reflexionar, para ver que un trabajo es reconocido, para preocuparte cuando te dicen que algo no ha gustado o no ha salido bien… Te da una fotografía completa de cómo están saliendo las cosas. Lo peor: el sacrificio personal.
P: De todo lo vivido en el cargo, ¿qué momentos te han marcado especialmente?
Por desgracia, las Fallas que recuerdo con más amargura fueron las de 2004, con el atentado terrorista de Madrid. Eran mis primeras Fallas como concejal. Tres días de luto, las luces apagadas los días previos a la fiesta, la amargura de ver cómo una fiesta debe sobreponerse a los hechos para celebrarse. El día 14, cuando retomamos, había que poner buena cara y disfrutar de la fiesta que habíamos trabajado. Eso realmente marca.
Otro momento muy amargo fue el incidente de la calle Azcárraga, en este caso mucho más directo porque ocurrió en una comisión de falla. Fue una circunstancia fortuita pero que pudo haber costado muy cara. Creo que ese día todos abrimos los ojos y nos dimos cuenta que la pirotecnia no es simplemente tirar una traca, sino que hay que tomar muchas medidas de seguridad.
¿Momentos buenos? Empezaría y no acabaría. Desde el placer y el lujo de compartir con una FMV su año, darle ánimos y apoyarla. Tienes momentos que te tocan el sentimiento y te das cuenta de que la fiesta tiene una faceta humana muy importante.
P: Llevas ya dos legislaturas al frente. ¿Te planteas que es hora de cerrar un ciclo?
No soy partidario de que la gente se perpetúe en el cargo, excepto casos como el de la Alcaldesa, que representa un proyecto, una ciudad y es una persona con la que la gente se identifica. Pero la gestión de un área debe tener un tiempo porque en caso contrario caes en lo repetitivo, se acaban las ideas. Soy partidario de la creatividad; de hecho recuerdo que durante mi primera legislatura aparecí en un monumento de especial y me apodaron con el nombre de “Cambiator” porque cambié la exposición del Ninot, el intercambio de fotografías, puse la misa del día de San José en la catedral, la Cabalgata del Fuego, revolucionamos la Gala Fallera… Me propuse mover lo que había, siempre que fuera beneficioso. El mundo de las Fallas es un mundo que se mueve lento pero si das ilusiones e ideas poco a poco se va cambiando. El cargo lleva mucho desgaste pero me queda energía e ilusión. Sé que voy a cumplir 8 años al frente y ahora, como cada cuatro años, sabes que esto se acaba y para la próxima legislatura primero tienen que contar contigo para seguir en el proyecto; segundo, has de ganar unas elecciones; y tercero, la alcaldesa debe decidir qué va a llevar cada uno. No depende de mí. En julio, cuando tengamos los resultados favorables, te podré decir que sigo o que no.
P: Por ganas no será…
Me gusta la fiesta. La he vivido siempre, desde pequeño. Una de las cosas que sacaré de esto cuando me vaya es la experiencia de haber vivido todas las fiestas de la ciudad, de haber conocido muchísimos grupos con personas de auténtica vocación de trabajar por su fiesta. Me considero un privilegiado por haber vivido todo eso en primera persona.
La próxima semana, sin falta, publicaré la segunda parte de esta entrevista. En ella podremos conocer la parte más humana del concejal de Fiestas: su trato con las Falleras Mayores de Valencia, sus actos preferidos o su trayectoria fallera, extensa aunque desconocida para muchos. Una sincera recomendación: no dejeis de leerla.
1 comentario:
Crec que Fèlix és un treballador que ho fa per la festa i això cal agrair-ho. Respecte a la pregunta ¿Cómo es un día en tu vida? es resumix a "l'agenda del regidor de festes"
Salutacions...
Sebas
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